Siempre libres, siempre imperfectos.
Llevaba varios días tocando fondo, sintiendo que nada de lo que me rodeaba tenía sentido, cada mañana me costaba un poco más levantarme, había miles de motivos por los que seguir adelante, pero no se me ocurría ninguno.
Hasta que gracias a una persona que ha intentado hacerme daño y a otra que hacía años que no veía, comprendí muchas cosas.
Entendí que por mucho que nos digan algo, hasta que nosotros mismos no nos damos cuenta, no veremos lo que realmente es . Una de las personas entre lágrimas me dijo :
- Y esa persona que te está haciendo daño, ¿a ti te importa, te crea algún sentimiento?
- No..
- Pues entonces, ¿que más te da lo que opine, lo que diga o lo que piense?
Fue ahí cuando me di cuenta de que solo debía importarme la opinión de la gente que realmente quiero, esa gente que cuando estoy mal, se siente más dolida que yo misma, esa gente que cuando yo me callo, salta y lucha a capa y espada contra lo que a mi me da '' miedo ''.
Aquí ninguno es perfecto, y si existe alguien que lo sea que venga y me lo diga . Nadie tiene derecho a decir que otro es tal o es cual, cuando ni él mismo se libra de tener uno o mil defectos .
Solo nosotros mismos tenemos potestad para reírnos de nosotros mismos, pero solo nosotros, porque no habrá nadie tan perfectamente imperfecto como uno mismo .
Me siento libre, me siento mucho mejor, porque se que la gente que me rodea me quiere tal y como soy, esas personas con prejuicios o con alguna serie de conflictos conmigo han pasado, no a un segundo plano, si no que han desaparecido, si no me importan, no existen es así de simple.
Cuando alcancemos esta capacidad, seremos realmente felices, cuando seamos capaces de ver que no hay nadie ni mejor ni peor que nosotros y que lo que verdaderamente importa es lo que pensemos nosotros mismos de nosotros mismos, seremos capaces de ser libres y felices sin hacer daño a nadie.
Tiraré todo lo que sobra, perdonaré, la gente se equivoca, me reiré, fuera las penas y empezaré de nuevo.
Moriré de amor, gritaré sin voz, me sentiré bien viviendo o perdiendo, diré que si, dejaré que pase el tiempo y dejaré de estar en silencio.
Hasta que gracias a una persona que ha intentado hacerme daño y a otra que hacía años que no veía, comprendí muchas cosas.
Entendí que por mucho que nos digan algo, hasta que nosotros mismos no nos damos cuenta, no veremos lo que realmente es . Una de las personas entre lágrimas me dijo :
- Y esa persona que te está haciendo daño, ¿a ti te importa, te crea algún sentimiento?
- No..
- Pues entonces, ¿que más te da lo que opine, lo que diga o lo que piense?
Fue ahí cuando me di cuenta de que solo debía importarme la opinión de la gente que realmente quiero, esa gente que cuando estoy mal, se siente más dolida que yo misma, esa gente que cuando yo me callo, salta y lucha a capa y espada contra lo que a mi me da '' miedo ''.
Aquí ninguno es perfecto, y si existe alguien que lo sea que venga y me lo diga . Nadie tiene derecho a decir que otro es tal o es cual, cuando ni él mismo se libra de tener uno o mil defectos .
Solo nosotros mismos tenemos potestad para reírnos de nosotros mismos, pero solo nosotros, porque no habrá nadie tan perfectamente imperfecto como uno mismo .
Me siento libre, me siento mucho mejor, porque se que la gente que me rodea me quiere tal y como soy, esas personas con prejuicios o con alguna serie de conflictos conmigo han pasado, no a un segundo plano, si no que han desaparecido, si no me importan, no existen es así de simple.
Cuando alcancemos esta capacidad, seremos realmente felices, cuando seamos capaces de ver que no hay nadie ni mejor ni peor que nosotros y que lo que verdaderamente importa es lo que pensemos nosotros mismos de nosotros mismos, seremos capaces de ser libres y felices sin hacer daño a nadie.
Tiraré todo lo que sobra, perdonaré, la gente se equivoca, me reiré, fuera las penas y empezaré de nuevo.
Moriré de amor, gritaré sin voz, me sentiré bien viviendo o perdiendo, diré que si, dejaré que pase el tiempo y dejaré de estar en silencio.
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